Nuevas evidencias señalan qué tipo de dieta previene el cáncer de mama

Laura
| marzo 11, 2021
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Durante la celebración del mayor congreso de cáncer internacional ASCO se ha confirmado que la dieta equilibrada y baja en grasas reduce en un 21% el riesgo de muerte por tumores mamarios

Más de 40.000 oncólogos de todo el mundo debatieron esta semana en Chicago sobre el presente y el futuro del cáncer, en el congreso de la Asociación Americana de Oncología Médica (ASCO en sus siglas en inglés)

WHI es uno de los estudios más relevantes que se han presentado en el congreso. Las siglas corresponden a Iniciativa de Salud en las Mujeres y se ha realizado en casi 49.000 voluntarias durante casi 20 años. El dato más destacado es que una dieta equilibrada y baja en grasas reduce en un 21% el riesgo de muerte por cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas que no habían sufrido la enfermedad con anterioridad.

"El estudio WHI se ha realizado en casi 49.000 voluntarias durante casi 20 años"

El estudio comparó dos tipos de dietas: una equilibrada, baja en grasas y con porciones diarias de fruta, verdura y cereales, frente a una dieta habitual, más elevada en grasas.

“Es el primer gran trabajo de este tipo que ha demostrado que la alimentación puede reducir el riesgo de morir por cáncer de mama”, destacó el doctor Rowan Chlebowski, que ha liderado el estudio desde el Instituto de Investigación Biomédica de Los Ángeles, en la Universidad UCLA.

 

“Diseñamos una dieta equilibrada. Y se ha demostrado que, casi 20 años después, sus beneficios sobre la salud se siguen acumulando”, añadió.

Pero debe tenerse en cuenta que la nutrición es solo uno de los componentes de la obesidad, uno de los aspectos médicos más complejos y que más están creciendo en todo el mundo. Si se mantiene la tendencia actual, solo en Estados Unidos en los próximos 20 años se estima que la obesidad causará más de 500.000 casos adicionales de cáncer al año.

Además, se estima que la mayoría de estadounidenses no son conscientes de que la obesidad es un factor de riesgo del cáncer. Por este motivo, los responsables de ASCO han establecido como prioridad clave de investigación la reducción del impacto de la obesidad en la incidencia y en los resultados del cáncer.

La dieta sana no tiene aspectos negativos

“Los datos de este estudio demuestran que la dieta marca una diferencia en el riesgo de morir de cáncer de mama: queda claro que una dieta más saludable no tiene aspectos negativos y solo positivos. Y se añade a un creciente número de trabajos que muestran efectos positivos similares en diferentes tipos de cáncer”, recalcó la doctora Monica M. Bertagnolli, presidenta de ASCO.

Otro aspecto destacado del estudio es que, pese a que no buscaba los resultados de una dieta que sirviera para perder peso, sus resultados permitirán mejorar la comprensión del papel de la dieta en la reducción de la mortalidad del cáncer.

Los estudios WHI se iniciaron en 1993 como parte de una serie de ensayos clínicos que buscaban cómo prevenir, en mujeres posmenopáusicas, enfermedad cardiaca, cáncer de mama y colorrectal y fracturas osteoporóticas.

Los datos que se acaban de presentar en el congreso de Chicago proceden del ensayo de modificación de la dieta que reclutó a 48.835 mujeres posmenopáusicas de entre 50 y 79 años y que no habían sufrido cáncer de mama.

Entre 1993 y 1998, los investigadores aleatorizaron a las mujeres en dos grupos: en el primero, comían una dieta normal, en la que la grasa suponía el 32% o más de las calorías diarias. En el segundo, comían una dieta que tenía como objetivo reducir el consumo de grasas al 20% o menos, así como la ingesta diaria de fruta, verdura y cereales.

Las mujeres que se incluyeron en este segundo grupo siguieron este régimen alimenticio durante ocho años y medio. Los investigadores del estudio continuaron con el seguimiento para ver si la causa de la muerte estaba relacionada con el cáncer de mama.

La mayoría de mujeres que siguieron la dieta equilibrada redujeron el consumo de grasa en un 25% o menos y aumentaron el consumo de fruta, verdura y cereales. La pérdida de peso aproximada en este grupo rondó el 3% de media, aunque esta pérdida no afectó al riesgo de muerte.

Beneficios a corto y largo plazo

Otros aspectos a destacar fueron los beneficios tanto a corto como a largo plazo que obtuvieron las mujeres del grupo con dieta equilibrada, comparada con las del grupo que siguió comiendo su dieta habitual. El primero es que se registró un 15% menos de riesgo de muerte por cualquier causa tras un diagnóstico de cáncer de mama en el grupo de dieta equilibrada. En segundo lugar, se registró un 21% menos de riesgo de muerte solo por cáncer de mama en este grupo.

Chlebowski insistió en que si aumentara el número de personas que siguen la dieta equilibrada y baja en grasas, se lograría una gran reducción de las muertes por cáncer de mama. Además, se lograrían grandes ahorros a los sistemas de salud, ya que la prevención de la enfermedad es mucho mejor para la salud del paciente y mucho más barato que tratar un cáncer una vez que este se ha desarrollado.

La investigación sigue en marcha, ya que los investigadores obtuvieron muestras de sangre de las mujeres cuando comenzó el estudio y lo seguirán haciendo de manera periódica. El objetivo es seguir la salud de las mujeres basándose en diversos biomarcadores de la sangre.

Colabora Maite del Miajon de los Castuos

Laura
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