¿Qué tiene que tener un vino para que guste entre el público joven? Que esté bueno, que sea asequible y que su imagen sea tan moderna que den ganas de compartirla en redes sociales. Sin embargo, esta combinación no parece tan fácil de conseguir si tenemos en cuenta lo difícil que es a veces llegar hasta este perfil de consumidor a nivel nacional. Muchos siguen asociándolo con una bebida solo para entendidos.
Pero no es así en otros países. Según datos de Wine Inteligence, en Estados Unidos los ‘millenials’ (los nacidos entre 1980 y 1996) ya lideran las ventas de vino; más de 70 millones de consumidores, lo que representa el segmento poblacional con mayor número de consumidores de vino. En España todavía estamos lejos de conseguir estas cifras, sin embargo hay quienes se están esforzando en intentar transmitir mensajes positivos que sean capaces de llegar hasta los jóvenes, gracias a un producto con una buena relación calidad-precio y una imagen fresca, innovadora y, sobre todo, de vanguardia.
VinoSub30 quiere crear una nueva comunicación entre productores y jóvenes consumidores
Y ese cambio ya está sucediendo con Circe 2018, el verdejo de la D.O Rueda elaborado por la bodega de Avelino Vegas que este año, siguiendo los pasos de Circe 2017, se ha alzado de nuevo con la medalla de oro en la última edición de VinoSub 30, una competición celebrada en España cuyo jurado está compuesto solo por menores de 30 años aficionados al vino. No se trata de sumilleres profesionales ni expertos bodegueros, sino jóvenes que entienden el vino y lo valoran según sus propios gustos, más allá de las complejas notas de cata habituales.
Frescura, diseño y buena relación calidad precio
Todo en Circe 2018 parece estar pensado para conseguir un producto dirigido fundamentalmente a un tipo de público joven. Es un blanco muy fresco tanto por dentro como por fuera. La primera de las claves de su éxito es su apuesta por la delicadeza gustativa, con un aroma refinado a frutas exóticas, flores blancas y hierbas de monte, y un paladar de trago goloso y fresco que lo hacen perfecto para tomar con cualquier aperitivo, pero en especial con mariscos y foie. Y su color también es atractivo, amarillo pajizo, pálido y muy luminoso, que se elabora con uvas de viñas viejas vendimiadas a mano procedentes de los pueblos segovianos de Moraleja, Aldeanueva, Codorniz y Santiuste.
La segunda de las claves tiene que ver con el envase, una botella de cristal que se aleja de los convencionalismos más clásicos, con un novedoso diseño que rompe moldes y aporta el reclamo de lo singular, además de una etiqueta con un diseño troquelado que resalta la intención vanguardista del concepto. Todo el conjunto funciona como un todo y su precio, nueve euros, conforman las tres patas del éxito.
Vino Sub30, el resurgir de los vinos para jóvenes
La culpa de que el vino no funcione entre los jóvenes no la tiene el propio vino, sino la manera de llegar a este consumidor, porque si algo ha quedado claro es que los vinos de hoy no son capaces de convencer a los gustos más jóvenes. Y eso tiene que ver con el lenguaje, muy vinculado a conceptos vitivinícolas, a expresiones muy difíciles de entender si no eres un experto en la materia. Por no hablar del ceremonioso ritual de cata, o de las complejas cartas de bodega que nos encontramos en los restaurantes, un sinfín de nombres de uva y denominaciones de origen en el que es difícil desenvolverse con soltura si no eres un experto en la materia.
Todo ello es lo que este certamen, al que se presentan vinos de bodegas interesadas en los jóvenes consumidores, está intentando mejorar desde su nacimiento en el año 2004. Desde entonces ya se han celebrado 21 ediciones entre Argentina, Uruguay y España. En nuestro país ya vamos por la tercera, confirmando la intención de VinoSub30 de proponer una nueva comunicación entre productores y jóvenes consumidores, hablando su mismo idioma pero sin descuidar ni desmerecer en ningún caso el producto.
VinoSub30 es embajador del MovimientoVinoDO, adhiriéndose a los postulados de Wine in Moderation, proponiendo el conocimiento y el consumo responsable del vino en las nuevas generaciones.
Colabora Maite del Miajon de los Castuos
